La inversión legislativa y pública en estos datos se ha centrado en la movilidad. Numerosos países están adaptando su legislación para reconocer el valor de estos datos en la gestión de la movilidad. La emergencia de la inteligencia de tráfico como sector estratégico queda patente con iniciativas como las Directivas sobre sistemas de tráfico inteligente (ITS) de la Unión Europea, los Espacios Comunes Europeos de Datos e iniciativas similares en Estados Unidos.
Teniendo en cuenta este ecosistema de movilidad conectada en evolución, las administraciones públicas reconocen la necesidad urgente de nuevas soluciones inteligentes de tráfico que utilicen los datos de los vehículos para permitirles impulsar un cambio positivo a través de la gestión del tráfico basada en datos.